Miguel profundizó su expresión de frialdad y dio una fuerte calada al cigarro.— Ya que estamos divorciados, necesito saber la verdad. Andrea, no me creo que apenas te divorcies de mí ya estés con ese tipo. Ustedes dos me han estado engañando desde hace tiempo, ¿verdad? Con razón últimamente no volvías a casa... ¿ya estabas viviendo con él?
Mirando a Miguel así, Andrea de repente lo sintió completamente extraño.
Hay personas que después del divorcio pueden seguir siendo familia, parientes.
Pero hay otras que solo en el momento del divorcio arrancan su falsa máscara.
Toda esa educación, esa madurez, en este momento se habían convertido en una ilusión.
Por primera vez entendió completamente aquella frase:
El mundo en sí es limpio, solo que algunas personas tienen la mirada sucia, y por eso ven todo sucio.
Con alguien así, no valía la pena dar explicaciones.
Andrea suspiró ligeramente:
— No importa cuántas veces te diga que no hay nada entre él y yo, no me creerás. He repetido estas palabr