Helena se sintió bastante aburrida.
Debido a las delicadas circunstancias, Helena tuvo que permanecer bastante tiempo en casa. Buscó la manera de distraerse. Entrenó en el gimnasio del edificio. Practicó los movimientos de defensa personal, aun sin la presencia de Roger.
Pasó el tiempo chateando con su amiga Victoria, o viendo películas y series hasta el aburrimiento.
De las pocas veces que pudo salir visitó a su madre Linda y a Gloria. Acudió a eventos de la manada, aunque luego tuvo que lidiar con los paparazzi y prefirió reducir las asistencias.
Al final, adquirió un nuevo pasatiempo: crear pequeños postres. Por lo que con rapidez adquirió la manía de preparar los postres de cada comida.
La noche no fue distinta a las demás. Helena, luego de guardar los postres para Russell, se dispuso a ver una serie de televisión en la sala. Con el transcurso de las horas, se quedó dormida.
Cuando Russell abrió la puerta, aquella dama profundamente dormida le dio la bienvenida.
Se acercó a ella en