VICTORIA
Estoy en mi lugar seguro, rodeada de pinceles y lienzos, sumergida en el mundo del arte. La pintura es mi escape, mi refugio. Me permite expresar mis emociones y olvidar mis preocupaciones. Mi corazón late con una sensación de libertad, ya que finalmente le confesé a Zarco que estoy embarazada. Me siento aliviada de haber compartido mi secreto con él.
De repente, escucho la puerta abrirse y mi mamá y papá entran en la habitación. Me sorprende verlos aquí, ya que pensé que estaba sola en mi lugar seguro.
"Mamá, papá... ¿Qué hacen aquí?" — pregunto, un poco confundida.
Mi mamá se acerca a mí con una sonrisa cálida.
—"Victoria, queremos hablar contigo sobre algo importante".
Antes de que puedan decir algo más, suena el teléfono. Me levanto para contestar, sintiendo una mezcla de curiosidad y aprensión. ¿Quién podría estar llamando en este momento?
Contesto el teléfono y escucho la voz preocupada de la mamá de Zarco.
—"Victoria, ¿sabes algo de Zarco?" — pregunta.
Siento un nudo e