Korina se quedó pensativa, sin comprender del todo las palabras de ese brujo.

—Sí. Supongo que hablamos de la misma híbrida de Garra Dorada —Korina sonrió con malicia—. Y para mi mala suerte… es la mate de Alfa Zefor. Es la hembra que siempre deseé que él jamás encontrara.

Un silencio denso se formó por unos segundos.

—Yo estuve con mi hijo, me he logrado reunir con él… —confesó Korina—. Zefor y su manada lo ignoran, ni siquiera le dan suficiente atención, no les importa qué hace o no. Lo supe al instante. Mi hijo ya no tiene su don, lo ha perdido por completo, y esos cachorros gemelos de ella, son la causa. Lo peor… —hizo una pausa, y tragó saliva—. Zefor cambió, eso dice mi hijo, eso rumorean en la manada… No es el mismo. ¿Ella lo volvió… diferente? El Zefor que conozco ya hubiese aniquilado a Susurros Nocturnos.

Falco la observó, analítico.

—Entonces ya sabes qué hacer —él se acercó a ella, sus pasos resonando en la cueva—. Usa al Alfa Malcon. Usa a Susurros Nocturnos. U