Capítulo 141: El portal del anillo.
Arriba, en la cima, Jareth observaba en silencio.
Lo sabía. En el fondo… lo sabía.
—Ese maldito don… —murmuró el adolescente. Pero no había odio en su voz, solo un peso enorme en el pecho, lleno de envidia.
Los vio juntos, iluminados por esa luz dorada que aún los rodeaba.
—Igual… nadie puede salir de ahí… morirán de hambre… —susurró, dándose la vuelta.
Comenzó a alejarse… Pero…
Se detuvo.
El viento sopló más fuerte.
Sus ojos llenos de culpa… Su mandíbula se tensó.
—¿Qué estoy haciendo…? —murmuró, cerró los puños. Miró sobre su hombro, hacia el agujero nuevamente.
Dudó.
Pero al final…
Siguió caminando. Sin volver a mirar atrás.
……………
Dentro de la cueva húmeda, Draven sollozaba, pero se frotó la cara con sus manitas, y apretó los dientes… ¡Buscando valor de alguna parte!
—No llores, Alaric. Vamos a salir de aquí —dijo con voz temblorosa.
—Tengo miedo… —susurró el otro, abrazando sus rodillas.
—Yo también… pero estamos juntos, ¿sí? —le tomó las manos, con fuerza—.