-... invierno. También almacenamos nuestra comida aquí... -La señorita Bib se interrumpió cuando percibió el silencio a su al rededor. Se colocó ligeramente por delante del cachorro al que guiaba y buscó en el entorno con la mirada hasta que nos vió acercarnos. Solo entonces relajó su postura y se aclaró la garganta. - Joven Darius, le presento a la hija de nuestra Luna y Alfa, la señorita Silvie y a su lado se encuentra la hija de los Supremos, la señorita Alina.

La loba se retiró un par de pasos para dejarnos ver a un chico de pelo rubio de unos catorce o quince años. Era alto, casi de la estatura de Bib; nos miró a ambas e hizo una inclinación cortés.

-Un placer conocerlas. - Entonces se fijó en algo a nuestra espalda y se tensó. Una breve mirada de miedo cruzó su cara. - ¿Y usted es...?

-Un lobo blanco. - Respondió mi sombra.

Darius parpadeó ante lo obvio, pero no insistió en su nombre.

Y ahora que lo pensaba, yo tampoco sabía su nombre. Miré brevemente en su dirección p