Capítulo 12: Beso apasionado.
A la luz de un nuevo día, el timbre de la mansión anunciaba a un visitante. Completamente vestida a tan tempranas horas, y habiéndose maquillado el rostro para cubrir sus ojeras, Génesis leía una revista. Era sábado; los asuntos en la oficina esperarían al lunes, y se sentía tan decaída de ánimo después de su terrible noche con Artem, que esperaba desaparecer. Escuchando pasos sobre el mármol, la loba albina reconoció aquel sonido, y entonces una gran sonrisa se dibujó en su rostro.
Un enorme ramo de rosas blancas y rosas le tapó la vista durante un momento, y entonces la sonrisa de Génesis se dibujó con más fuerzas.
— Buenos días, princesa Montefeltro, esperaba que aceptarás salir este día con este humilde servidor tuyo. — dijo Niccolo Salvatore.
Levantándose, Génesis se abrazó a su prometido y sintió el aroma de su inconfundible perfume. Aquel hombre era su mejor amigo, su confidente y lo amaba por ello.
— Me gustará mucho salir, creo que me hace mucha falta…estos últimos días ha