—Hola mi vida soy tú mamá —Aysel no podía dejar de ver su rostro, era tan hermoso, perfecto, cuando abrió los ojos vio en azul de Lyon, pero más intenso —eres igual a tu papá…

Lyon se acercó a ellos, mirando con ternura a su primer hijo, beso la frente y la mejilla de Aysel,

—Gracias mi vida, gracias por tan hermoso regalo —susurro Lyon.

La noticia del nacimiento del hijo de Lyon se comenzó a regar como pólvora por toda la manada, todos comenzaron a aullar de jubilo por el nuevo integrante de la manada, la fiesta se extendió por la noche, y duro varios días entre canticos y buenos deseos para el pequeño cachorro.

Lyon sostenía su hijo en brazos, mientras Aysel terminaba de acomodarse el vestido blanco que había escogido para la ocasión.

—Ya voy mi vida —dijo un poco apenada Aysel, nunca había tardado tanto en su arreglo personal…

—No te preocupes mi vida, no pasa nada si llegamos tarde —replicó Lyon besando sus labios —te ves hermosa con ese vestido…

—Gracias y tú muy guapo con t