Rose:
Tira de mis cabellos, forzándome a elevar el mentón y separo los labios, respirando a través de ellos.
—¿Te lo ibas a follar?- masculla ente dientes, mirándome directamente a los ojos.
—¿A quién?
—No te hagas la tonta, Rose. ¡Al jodido masajista!
—¿Y qué? Soy una mujer soltera, libre…puedo follarme a quien quiera, dónde quiera, cuando quiera y…
Libera un gruñido, fundiendo sus labios con los míos y mordiéndome con desesperación.
—¡¿Es que quieres volverme loco?!
—No Víktor.- empujo su pecho, y lo aparto.- solo quiero que...
—Ni lo sueñes. No te dejaré en paz, Rose. No quiero, no puedo. ¡No!
Me abraza, apretando mis caderas, lamiendo mi cuello, y besando la piel de detrás de mi oreja.Me encojo al momento, porque me pone la piel de gallina.
—¡¿Podrías no ser tan jodedora solo por cinco minutos, y besarme de una maldita vez?!
Kilie:
El colchón a mi lado se hunde, y me siento de golpe sobre las sábanas.
—¿Qué sucede?
Marcos mantiene su vista fija en el suelo, retorciendo sus manos,