Dominic
Vi a mi pequeña pelirroja, asustada y confundida, la estúpida de Diara había disparado, lo bueno fue que dio directo en el estúpido ese y no en mi hermosa pelirroja. Tomé a la loca de Diara del brazo y la bajé hacia mi auto, esta reclamaba por lo fuerte que la sostenía, pero no me detuve.
La lancé hacia el sillón trasero, no importando que supuestamente ella estaba embarazada, subí y empecé a manejar furioso, enojado porque había dejado a la mujer que más amaba con sentimiento de odio; odio hacia mí y esto por algo que yo ni siquiera había hecho o había ordenado, eso significaba que Fede tenía muchas cosas que explicar, había actuado de manera propia.
—¡Eres un maldito idiota!