Úrsula y su sensible embarazo.
Una vez que la pasión de Axel fue atendida y quedó satisfecho, se había quedado recargado en el asiento del coche recuperando el aliento.
— Eres genial cariño, eso estuvo increíble. No sabía que eras tan bueno con esa traviesa lengua. Ya vámonos a tu vuelta, nos estamos demorando demasiado. — El CEO comentó de lo más normal.
— Todavía tengo siete minutos de tiempo, vas, es tu turno, ¿Acaso me pensabas dejar así?
— ¿Qué...? ¿De que hablas? No entiendo, ¿Qué vaya a dónde?
Oliver se bajó el cierre del pantalón y sacó su duro miembro.
— Te hablan aquí abajo, me tienes muy caliente, no voy a ir a ver a mis hombres con la verga dura, encárgate de dormir lo que has despertado.
— ¿Cómo...? ¿Tú quieres que te dé... una mamada?
— No te vaya a llevar la NASA por inteligente, por supuesto que sí, ven aquí y haz tu magia. — Oliver sin previo aviso atrajo los labios de Axel y los puso justo donde los quería. El CEO todavía no salía de su asombro cuando ya estaba siendo embestido po