Serás la prisionera más feliz del mundo a mi lado.
Emill acarició la mejilla de Alessandra, la miró de la manera que miras a tu tesoro más preciado.
— Por supuesto que te amo, hace mucho tiempo que me robaste el corazón, por muy poco me cuestas la amistad con mi mejor amigo, te vas a casar conmigo, no te voy a dejar ir de mi lado nunca más.
— Pero... Es muy pronto, ¿Qué va a decir mi padre? ¿Qué van a decir mis hermanos?
— Decídete querida, salimos para las Vegas ya mismo y nos casamos, o comenzamos a planificar la boda ya mismo, pero que te quede claro, tu te quedas aquí, no vas a irte nunca más.
— ¿Y si digo que no? Qué todavía quiero lograr metas personales antes de casarme, realizarme profesionalmente en la compañía de la familia Black, viajar por el mundo a países que quiero visitar. ¿Qué pasaría?
— Hmm... Creo que no te lo he dejado lo suficientemente claro, mira a tu alrededor, está será tu casa a partir de hoy, si quieres viajar será conmigo, si quieres realizarte en lo que quieras será conmigo, solo conmigo.
—