La nota de Cecilia para Andye.
Los días pasaron y Oliver fue dado de alta, el médico recetó vitaminas y reposo, pero como no era un hombre sedentario solo se tomaría un día más, necesitaba regresar a trabajar cuánto antes, sentir la adrenalina que le recorría el cuerpo cuando tenía que sortear al FBI o a la DEA. Oliver detrás de ese rostro de príncipe azul era un psicópata
Cecilia fue llevada por sus padres a la mansión Alcántara para que siguiera su recuperación, ella todavía tenía lastimada la pierna y el golpe de la cabeza.
La jóven Alcántara había dejado de llorar a su bebé, pero pasaba largas horas mirando el jardín por la ventana de su habitación, ella apenas comía para sobrevivir y no mostraba interés en nada. Su sufrimiento era silencioso.
— Cariño, ya hace una semana que te quitaron los puntos de la pierna y la cabeza, ¿Te sientes mejor? — Cassandra entraba a la habitación de su hija con una merienda en la mano.
— La cabeza ya no me duele tanto, pero la pierna me sigue molestando, ¿Creés que algú