Capitulo 70. consejos.
Capítulo
Alma se voltea ante la voz de Angélica que llega sorprendiéndola.
—¡Mamá! —Alma la abraza sintiendo el dulce calor de su madre, quien la añoraba, su pequeña escurridiza.
—Mi princesa, ¿por qué estás aquí sola, cariño?
—Te extrañé, mamá, no entiendo por qué han tenido que irse.
—Para asegurarnos de que las cosas cambien, tu padre insiste en que su hermano debe razonar, no quiere una guerra y por eso ha hablado con él; se esconden en las afueras de Irlanda y esperamos que la conversación haya servido de algo. —¿Y tú? —¿Qué hace mi tesoro aquí? —Angelica la acaricia, notando la tristeza en sus ojos, algo nuevo para Alma ya que, como su nombre lo dicta, es una mujer de un alma alegre y la tristeza no es de ella. —¿Quién es el dueño de esas lágrimas? ¿Lo conozco?
Alma se sonroja mirando a la nada.
—Abrázame, mamá, por primera vez tu hija se ha enamorado y es de un imposible; no puedo sacarlo de mi mente y quiero arrancarlo de mi corazón.
—¡Oh, cariño! Pensé que n