Cuando la reina se acercó lo suficiente se detuvo en seco y miro a Akar con un aparente odio como si este le cayera mal, luego volvió su mirada a su presa actual, Salvador.
- ¿Y bien? Estoy esperando una respuesta- dijo Katchala y por lo que noto Salvador debajo del tapado ella aferraba esté firmemente para que no se abriera y eso le extrañó un poco.
- Primero que nada no eres mi gobernante, segundo tu madre fue quien me hizo aceptar que te tomé y además tú conoces mejor a la gente que yo mismo así que será una ventaja. Con respecto a por qué elegí a un entregado te responderé lo mismo que le dije a los hijos de la llama, solamente fue porque lo conozco.- dijo vagamente aunque la respuesta también lo era, ya que realmente no conocía a nadie, pero como era vago para las decisiones entonces tomó la más rápida.
La soberana lo fulmino con la mirada ante esa respuesta, pero no llegó a decir nada únicamente dio media vuelta y se unió a su séquito sin antes mirar de reojo a Nomar e Iskel que