Capítulo 40 - Desesperación.
Adriano y Gianina estaban desesperados, sus hijos llevan tres días desaparecidos y ni ellos ni la policía habían logrado dar con la más mínima pista que los condujera su paradero.
Cada minuto que pasaba tanto Adriana y Gianina, como Francesco, Sara y Johana les pareció una eternidad, y ninguno podía evitar pensar lo peor.
Adriano, por sobre todo, tenía que Victoria estuviera detrás de todo aquello.
No sabía cómo, pero aquella mujer que antaño le había aparecido dulce y encantadora, ahora había demostrado ser realidad cruel y despiadada en su afán de que él se casara con ella.
Durante los últimos días habían recorrido cada rincón de la ciudad buscando alguna pista de llamar a la policía esperando encontrar alguna información, pero todos sus esfuerzos parecían ser insuficientes.
La incertidumbre y el miedo habían comenzado a apoderarse de ellos mucho que intentaba mantener vivo la esperanza y, con el avance de las manecillas del reloj, les resultaba cada vez más difícil.
Ninguno de l