T2:Capítulo ciento cuarenta y ocho: Final inesperado.
—Yo los invité— la vos de Jesua a mi lado, me sorprendió.
Cuando notó que no podía moverme, él me tomó del brazo y me obligó a caminar hacia ellos, y antes de que el hombre diga una palabra, Jesua le aclaro,
— Si viniste buscando problemas o tocas un pelo de mi pareja, te moleré a golpes, tómalo como una advertencia.
Dicho eso dio un paso atrás, observando como los chicos estaban atentos a su orden y Renata ya se encontraba cerca de él jugando con su navaja.
Mi madre caminó hacia mí y me abrazo, yo correspondí a su gesto sin dejar de mirarlo,
— Hola mi niño, no sabes lo feliz que me hizo la invitación al cumpleaños de mi nieta — me dijo alegremente, mientras sacaba un regalo de su cartera luego de alejarse de mí.
Él clavó sus ojos en la alianza de mi mano, para luego volver a mirarme de arriba abajo, el disgusto en su cara era claro, todo lo que veía en mí, era lo que no soportaba,
— Sigues sin hacerte un corte de hombre decente— cruzo sus manos al sentir a Renata más