Capítulo ciento cuarenta y ocho: El primer añito de Andrómeda.
Apenas había llegado a la granja quede maravillada, de por fin conocerla, el lugar era muy bonito y tranquilo.
—¡¡¡Holaaa, Ferr!!!— la alegría de Lu al verme llegar fue emocionante, corrí a abrazar a mi amiga, mientras Axel se acercaba a nosotras, miré en su dirección y me agaché para abrazarlo y besarlo en esos preciosos cachetes que tenía,
— Hola bombón de tía— él se reía mientras balbuceaba algunas palabras, correspondiendo a mi cariño, era un niño precioso.
Volví a ponerme de pie y fui de la mano de Axel hacia donde se encontraba la cumpleañera y mis amigos; luego de tomar el regalo y trancar el auto.
Andrómeda estaba preciosa, con un vestido rosado con flores y una tiara en su corto cabello haciendo juego, era toda una princesa. Luego de comerla a besos, abracé a Luca y saludé a los demás antes de tomar asiento.
Hoy, hacía un precioso día, la fiesta se había montado en el exterior, arreglos; adornos, todo era en un tono rosado y blanco, había una preciosa mesa de rega