Capítulo treinta y nueve: Contándote mi pasado.
Él se acercó a mí haciendo que perdiera mi superioridad, tiro el cigarro y contesto,
— Me lo merecía, y de seguro me merezca otra por lo que voy a hacer.
Cogió mis manos aprisionándolas en mi espalda, a pesar de que intenté soltarme; forcejeando con él; pero sin previo aviso y cuando menos lo esperaba me besó y al sentir sus labios en los míos me quedé helado.
Luego se alejó de mí y no supe cómo reaccionar, solo lo miré.
— Solo escucha lo que quiero decir, solo eso pido.
Me soltó y solo asentí sentándome, él hizo lo mismo frente a mí.
“Cuando mi madre se fue, mis dos hermanos y yo quedamos a cargo de nuestro padre en la granja, él fue alcohólico toda su vida, es esa clase de hombre que arreglaba todo a los golpes y corregía a sus hijos de formas muy crueles.
Mi hermano mayor siempre fue muy parecido a él en todo, yo soy el menor y siempre fui la oveja negra de mi familia, mi hermano pequeño; él solo obedece y evita problemas.
Mi madre se fue porque ya no aguantó los