Los días con su madre para él eran como un regalo del cielo
Todo parecía ir sobre ruedas.
Muchos meses tomó rehabilitar el cuerpo de su madre y él estuvo ahí a su lado todo el tiempo.
Samuel, el amigo de Thalia había hecho muy buenas migas con la hermosa mujer y le consiguió al mejor psiquiatra para rehabilitar su mente también y así ella salia adelante.
Mientras Athos aún sentía que las mujeres y la noche eran su momento para relajarse, estar con su madre le hacia mucho bien.
Ella también adoraba a sus nietos y tenia una gran relación con Thalia pero nada podía ser perfecto.
Mientras Athos se dejaba influenciar por su madre para encontrar pareja a su altura, alguien ya llevaba en sus brazos el fruto de su amor.
El griego no podía olvidar a la única mujer que tanto había adorado durante los meses anteriores pero la influencia de su madre, la propia vida vertiginosa de esta y el rumbo desbocado de su nueva vida le habían hecho olvidar dos cosas importantes:
Habia una persona que no salia de su mente y tenia una sorpresa para él y...
Un peligroso enemigo de su hermano se volvería su principal cazador cuando Athos le arrancara de sus brazos a la mujer que amaba. Esa seria la segunda vez que los hermanos Stratos le robarian el amor...y la guerra que parecía estar acabada volvería a iniciar.
No se puede dar por apagado un incendio que aún arde en sus brasas.
La batalla volvía a resurgir y por el principal motivo por el que dos hombres no encuentran paz: el amor de una mujer.
Una apuesta y una deuda fue todo lo que hizo falta para reunirlos otra vez.
"La Apuesta del Griego", ma historia de Athos Stratos continua en este mismo libro.