28. ¡Mate, no me encontrarás!
- Aria Woods -
Perseguir a un hombre que no quería ser encontrado era toda una odisea. Estaba harta de tener que luchar por su atención, su amor.
¿Por qué no podía simplemente que ella era perfecta para él?
«Porque no lo eres, al menos no son mi», se burló la voz de su interior, retorciendo la herida como solía hacer.
Soltó una serie de insultos hacia la desgraciada mujer que parecía empeñada en socavar la poca confianza que se tenía. Comenzaba a sospechar que quería volverla loca para quedarse con su cuerpo anfitrión permanentemente.
Frunció el ceño al darse cuenta de que todos habían desaparecido de pronto: Sebastián y los soldados que le acompañaban. En un segundo estaban a medio kilómetro de distancia y al siguiente, ya no estaban. ¿La habían descubierto?
«Claro que no, idiota. Ya reforce el hechizo de ocultamiento, simplemente entraron en las montañas místicas», bostezó ella.
Aria torció los ojos.
—¿Qué puedo hacer entonces? Yo no puedo pasar, sentirán tu presencia maligna —m