Capítulo 163 —¡Adentro!
Narrador:
En el hotel, la habitación olía a adrenalina. Sofía y Renzo se movían en silencio, eficientes, como si se hubieran entrenado para convertir lo íntimo en rutina militar. Sacaron ropa negra, se la midieron sin tropezar en palabras. Se colgaron las sobaqueras, comprobaron cargadores, repasaron radios, revisaron los cuchillos. Todo tenía su lugar; todo tenía su orden.
—¿Estás lista? —preguntó Renzo, mientras le ajustaba la correa en el pecho.
Sofía se puso frente al espejo un instante, comprobó la pistola en la funda y luego se volvió hacia él. Sonrió con esa mezcla de miedo y desafío que siempre lo desarmaba.
—Siempre —respondió ella. —Tú cuídate.
Él cruzó la habitación en dos pasos, la rodeó por la cintura y la abrazó fuerte. En su voz sonó el mismo tono que había usado la noche anterior, apenas más contenido.
—Prométeme que volverás.
Ella apoyó la frente contra su pecho, cerró los ojos y sonrió, una sonrisa que decía más que cualquier juramento.
—P