— ¿Qué te crees que haces, Phillip Calahan? –Exclamó Georgina, mientras Phillip la llevaba casi arrastrada a la zona de parking—. ¿Con qué moral vienes a reprocharme el venir a una cena con Adam Ellington?
— ¿Entonces no vas a negar que es tu amante?
— ¡Tú, estúpido! Traes a tu amante, le compras ropa de diseñador, la enseñas en lugares públicos y ¿me reprochas a mí? ¿Por qué puedes tú tener un amorío y yo no? –Phillip se detuvo en su caminata y la tomó de ambos brazos con tanta fuerza que ella tuvo que soltar un quejido.
— ¡Dime! ¿Es Adam tu amante?
— ¿Y qué