—Debí conocerte antes.
—Lo hiciste, y me odiaste –Raphael se echó a reír.
—Es verdad. Entonces… ¿te conocí justo a tiempo?
—Ni más ni menos –sonrió ella.
—Y me llamaste Ralph. Aún siento curiosidad por ello –murmuró él, y ella bajó los ojos hasta su comida. Qué sencillo sería todo si pudiera decirle la verdad, pensó ella, si él conociera quién era ella en realidad; no tendría que estar mintiendo, ni ocultando tantas cosas. Lo miró llevarse un bocado y algo en su corazón se removió. Amaba este hombre como Samantha Jones nunca amó a Ralph. Darse cuenta que su amor