La cena transcurrió tranquilamente. De alguna manera Heather sabía cómo actuar en una mesa exquisitamente dispuesta, con todos los tenedores. Era como si a su mente acudieran los conocimientos que necesitaba para estar allí, en esa posición. Como si fuera la Heather que fue criada entre paños y manteles.
Sentía la mirada constante de Raphael, aunque ella lo esquivaba. Phillip dominaba la conversación, y todo lo que hacía era hablar de trabajo y de personas desconocidas para ella. Georgina la miraba como si por el simple hecho de haberse presentado, y haber conseguido mantener la compostura, se mereciera el cielo.
— ¿Cómo se llama tu empresa? —Le preguntó a Raphael.