Capítulo 91 Lo que quiero.
No moví ni un solo músculo de mi cuerpo a pensar de que por alguna extraña razón ansiaba obedecerle y eso solo avivaba mi ira. Mi cuerpo estaba más que rígido, las manos cerradas a los costados, como si cualquier gesto de más pudiera romper algo que ya estaba peligrosamente resquebrajado.
—No —dije.
Cristian no reaccionó de inmediato. Se limitó a inclinar apenas la cabeza, observándome como quien evalúa una resistencia menor, algo que puede ceder con la presión correcta.
—No es una sugerencia —respondió, tranquilo—. Es una conversación pendiente desde hace años.
—Podemos tenerla aquí
El aire entre nosotros estaba cargado de cosas viejas. De silencios mal cerrados. De acuerdos nunca escritos que él siempre creyó que seguían vigentes. Lo último que haría es encerrarme entre cuatro pareces sola con el. No soy tan fuerte
—Por favor que será rápido, tengo cosas que hacer —continué—.
Una sombra cruzó su expresión. Breve, pero real.
—¿Con quien? ¿Con tu Rafa? —dijo—.
Sol