Liah se pasa un largo rato hablando con Vera en medio del bosque, mientras que Wendy debe conformarse con esperarlo en la cabaña y revisar los puntos geográficos donde enfocarán la búsqueda.
Sus dedos se mueven inquietos sobre la pantalla táctil cuadrada, donde la mulata revisa los sitios a los que ellos se movilizarán.
—¿Por qué se tardan tanto? ¿Qué estarán haciendo? —se pregunta mortificada—. Liah estaba tan deseoso en el río... —Wendy se muerde el labio inferior y no puede evitar sonrojarse.
Rememora cuando él la besó con tanta hambre. También la imagen de la mirada lujuriosa de Liah, que brillaba de manera fiera, se repite en su mente para torturarla.
Ella guarda la tableta y se pone de pie. Entonces camina en medio de la sala con nerviosismo.
—De seguro se está quitando las ganas con ella. Después de todo, sus cuerpos están familiarizados de manera sexual. Esa mujer es muy hermosa y estoy segura de que debe estar seduciéndolo. —Wendy se detiene y se muerde la uña del dedo índice