Había olvidado el terrible frio que hace aquí en esta época del año, mi mamá se empezó a reír por verme temblar en el auto de camino a casa, se detuvo en una estación de gas, cuando volvió traía una ligera manta en sus manos, la cual me puso encima.
— Tienes que cuidarte mucho, mi amor — dijo mi mamá—, el bebé tiene que estar bien calentito.
— Es niña, tendrás una nietecita, mamá— respondí tocando mi gran barriga
— ¿De verdad? Que alegría, será como una mini tú o tal vez se parezca a Nero — cuando menciono su nombre me entristecí—. Es cierto, cuéntame que fue lo que paso.
— Hubo un malentendido, no me dejo explicarle, ay, mamá…es algo tan largo de contar.
— Tenemos tiempo — conducía de vuelta a cas