Pasó el fin de semana muy rápido, ya era lunes, todos tenían mucho trabajo en la empresa, Dalia y Carolina tenían demasiados pendientes y Dalia no estaba concentrada.
Tocaron a la puerta y Daniel entró a la oficina.
“¿Nada de Dania?”. Preguntó.
Dalia tristemente negó. “No, ella no contesta el teléfono sólo suena”.
“Creo que es hora de que llames a Elías…” Le dijo Daniel.
“Es que. No sé si en realidad está con él”.
Daniel frunció el ceño. “¿Cómo?”.
Dalia respiró profundo para contarle todo a Daniel quien ya estaba furioso por lo que escuchaba.
“Llama a Elías y yo llamaré a Robert”. S