Capítulo 7. Barco a la deriva

Stella se levantó de inmediato al verla, una ligera sonrisa se asomó en su rostro, pero se borró al darse cuenta de que la pequeña no venía sola, aun así, se sintió bien al verla.

—Hola, pequeña —la saludó, guardando las distancias.

—Hola, ¿cómo está tu dedito? —preguntó, señalando la mano de la joven.

—Mejor —musitó ella, cohibida por la presencia de la otra mujer. Stella podía sentir la mirada clavada sobre ella y le incomodaba.

—¿Te dolió? —Valentina se acercó un poco para acariciar su mano.

—Ya no me duele tanto —susurró Stella, mirándola con atención.

—¿De verdad? —preguntó la pequeña, sin dejar de tocar la mano de Stella, era una sensación inquietante. Un hormigueo subió por su brazo y le erizó la piel.

—Sí, de verdad —le respondió ella.

Anna observó en silencio el intercambio entre la joven y su sobrina. Estaba sorprendida, sin palabras. Valentina apenas dejaba que ella, siendo su tía, le tomara la mano, pero con esa chica, era la propia niña quien buscaba su contacto. Un alivi
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