Capítulo 6. Cascada de rizos

—¿Mala noche? ¿Te duele la herida? —preguntó Emilia cuando Stella apareció en el taller. Su rostro lucía pálido y cansado. Haciendo que las ojeras fuesen marcadas.

—La herida ya está mejor —susurró.

—Entonces, ¿qué pasó para tener esa cara?

—Es la única que tengo, Emilia.

La muchacha resopló.

—Eso lo sé, me refiero a ese semblante triste y pálido. No pareces ser tú, ni siquiera cuando estabas enferma lucías así —le hizo ver.

Stella suspiró.

—¿Me creerías si te digo que no sé la razón? —preguntó la muchacha, sentándose en el banco de costura.

—¡Por Dio, Stella! ¿Cómo no vas a saber lo que te pasa?

—Es que es la verdad, Emilia. Ayer sentía que algo me oprimía el corazón.

—Quizá deberías pedir una cita a tu médico.

—Mamá me recomendó lo mismo.

—Entonces pide permiso y ve a la clínica —le urgió Emilia.

Stella asintió.

—Hablaré con la señora Alda, aunque me da vergüenza molestarla tanto. Recién he vuelto al trabajo luego de meses y ahora…

—Sigues en chequeos y ella lo sabe. No dejes para m
Leia este capítulo gratuitamente no aplicativo >

Capítulos relacionados

Último capítulo