Pasaron un par de semanas en los que Rosalin se dedicada a sus dos trabajos, en la boutique de novias y atendiendo a Sarah. Una mañana en la que iba entrando a la boutique se sintió observada y se dio la vuelta para mirar los alrededores, pero no notó nada extraño, por lo que terminó de entrar a la boutique sin darle mayor importancia al asunto.
A la hora de la salida, comenzó a caminar hacia la parada del autobús cuando un joven flaco, alto, rubio y ojeroso se interpuso en su camino para hablarle:
-¡Hola, Evelin! –
-¿Evelin? ¡Oh no! Estás equivocado. No soy Evelin. Soy su hermana gemela Rosalin –
-¿Hermana gemela? – Preguntó el muchacho - ¿Qué trucos baratos estás usando ahora, Evelin? –
-¡Ningún truco barato! ¡Soy la hermana gemela de Evelin! –
Por toda respuesta, el muchacho tomó a Rosalin del brazo y la llevó al final de la calle donde había un callejón con otros muchachos que tenían aspecto parecido al chico rubio y sólo los miraban. De pronto, el rubio la tomó por el cuello dici