Rubí
—Sí, es lo que menos quiero, quiero avanzar contigo, pero también necesitaba decírtelo. Ana, aún sigue presente. Tú me estás ayudando mucho, como no tienes idea.
—Por eso yo tengo la decisión.
—Así es. Quería ser honesto, no la he llamado, ni buscado, terminamos hace cinco años y ella ahora es una mujer casada.
Él no lo sabe. Ana María no se casó, su novio canceló la boda a último minuto y no se saben los motivos. Era evidente su renuencia a saber de ella. Me daba a elegir a sabiendas de que una vez nos comamos el pastel, muy seguro el encanto desaparezca… Pero ¿y si aumentaba?
Yo decido… mamá dijo: «disfruta». Aún era muy joven para pensar en bodas. Por ahora, si no funciona, lo puedo ver como una oportunidad para experimentar, eso sí, debo ser responsable. Por eso debía comenzar a planificar.
» ¿No vas a hablar? Te quiero, Rubí. No pongo en juego ese sentimiento. Amarte, vas por ese camino; nos estamos conociendo como pareja. No quiero darte una expectativa mayor… Lo que quiero