Salvatore salió de la habitación de Amaranta acompañó al médico hasta la puerta.
— Doctor, mi esposa y yo estamos pasando un mal momento, ella no desea que la acompañe a su consulta,¿Me permitiría estar ahí sin que ella se entere?
— Por supuesto que sí, señor De la Rosa.
— Perfecto, ahí estaré.
El galeno se despidió y Salvatore volvió a su habitación, tomó su celular y llamó a Jisso.
Al día siguiente muy temprano antes de que Amaranta salga, salió él al hospital.
— Buenos días señorita, tengo cita con el director Izquierdo.
— Pase, lo está esperando.
Salvatore pasó al consultorio, el galeno lo paso a la habitación de la ecografía donde se escondió detrás de uno de los vestidores.
Quince minutos después llegó Amaranta, a la consulta y todo lo escuchaba Salvatore.
Muy bien señora Pierre, tiene seis semanas de embarazo, y hasta ahora todo está bien con su bebé.
— Eso no es posible doctor, ¿está seguro, de lo que me está diciendo?
— Claro que si, mire aquí está este punto negro, ese es su