Tu amante 

La verdad no tenía idea de que llamaban aquí una fiesta de té, carajo, es una fiesta normal, donde todos parecen querer mostrar cuan ricos son y cuanto tiene, lo pude notar en los lujosos estados y algunas joyas en las que se me iban los ojos, al carajo esas fiestas de caridad en las que pude asistir en mi vida pasada como la hija de un importante y adinerado hombre de negocios, aquel hombre sí que hacía fiestas, pero diría que lo mejor era al terminar, carajo yo sí que la pasaba bien, bebía hasta perder la conciencia con mi amiga Karel y con sophie, aquellas que siempre me acompañaban en mis más grandes desgracias ellas deben estar devastadas por mi muerte, mi padre debe estar satisfecho, al fin podrá librarse de su antiguo matrimonio con la muerte de su hija, aquella que le quedo para no poder vivir libre.

Tal vez estoy siendo una m*****a, pero ese hombre jamás se comportó como alguien humano, por lo que la verdad es que no me afectan para nada las tonterías de los actuales padres que tengo, digamos que eso es algo que tenemos en común la Elizabeth del libro y yo, las dos teníamos el mismo estilo de padres, aquellos que parecía ser amorosos frente a los demás, pero en cuando se cerraba el telón, no era más que una simple fachada, una en la que todos me felicitaba por ser amada por mis padres, pero al fin y al cabo la única que me amo fue mi preciada madre quien solo reía por mis ocurrencias y solía decir que yo era única e inigualable sin duda alguna no volveré a tener a nadie que me quiera de aquella forma, pues soy realista, mi forma de ser no es fácil de llevar y no todo el mundo puede seguir mi ritmo.

Tanto así que ahora he perdido por completo a mi supuesto prometido y he caminado por los alrededores, todo en busca de hace un desastre, todo en busca de meter en problemas el gran Duque, pero no veia nada, las personas tienen en sus manos copas de vino o jugo y ninguno veo tomando té ¿qué no era una fiesta de té? Carajo no es no aquello, animes o libros que hablaban de fiestas de té elegantes y llenas de glamour, aquí solo veo despilfarro y no más que niños ricos y exhibicionistas, al fin y cabo eso si tiene una fiesta de té, más si viene de ese tipo de personas, pero entonces observe como una mujer venía hacia mí, aquella se mostraba elegante y llena de distinción, era una chiquilla no más grande que yo, pero su manera de expresarse incluso en su caminar era digna de expresar que era la de una adulta, yo en mi vida pasada con veintitrés años no me movía de aquella forma, por lo que yo imagine que todos en este lugar crecían demasiado rápido, pero no los culpaba, ya que muchos de estos chicos los casaban en bien cumplían los quince años, a mí me casaran a los dieciocho y fue porque así lo pidió el Duque de no ser así, yo estaría casada ahora mismo. 

—Futura Duquesa, o más bien Condesa, por qué ser Duquesa está a un paso bastante distante…

—Vaya cuanta hostilidad, jamás había visto algo como eso, tanto así que un hombre paso por mi lado y tome una copa de vino y la tome de un solo trago, pues ella me acaba de dar una idea perfecta.

—Justamente la persona que estaba buscando…—Hable con una sonrisa llena de felicidad, mientras ella sacó su abanico de mano con una maestría que yo ni en ocho vidas podría manejarlo, cubrió su rostro y rio con una sonrisa que pudo ser notada gracias a sus ojos que se entrecerraban ¿me estaría maldiciendo? No lo sé, pero no se imagina lo que falta por decirme y lo hará en voz alta.

—No entiendo que debería tener que hablar una Duquesa con una pobre marquesa que al fin y al cabo jamás lograra llegarle a los talones…—Mira nada más que perra, es una m*****a, pero amiga estuve en concurso de belleza desde que era una niña y conozco exactamente toda esa porquería de la presión y las palabras de doble sentido, lo viví con mi madre, hasta que nos dimos cuenta de que estábamos jodiendo todo y que no ganaríamos nada con esa vida tan horrible así que decidimos dejarlo de lado, pero ella no tiene la menor idea de que yo soy terrible con eso de las palabras y jugar con la cabeza de los demás, de hecho sería una excelente villana, tal vez debería serlo, no olvidó, no quieres morir de esa manera, claro que no.

—Mira nada más, me tienes tan sorprendida por tu exquisita humildad Marquesa, sin duda alguna en el futuro la recordaré, pero la verdad es que deseaba verte por algo en particular…—Sonreí ante ella y observé al mesero que se acercaba ahora, por lo que extendí mi pie con una pequeña sonrisa y este cayó con todo y copas sobre la chica creando un gran caos, yo tape mi boca para disimular mi sonrisa, pero al ver su rostro me era completamente difícil poder lograrlo. 

—¿Por qué hiciste eso Condesa sandringham? ¿Qué le he hecho yo a usted? —No podemos, solo reí a carcajadas, mientras todos a nuestro alrededor nos observaban llenos de sorpresa y muchos murmullos se escuchaban en el lugar, mira nada más Duque tu futura esposa está haciendo un gran escándalo, ven a regañarme, ven y haz un gran escándalo y termina el compromiso conmigo, algo infantil sin duda, pero no hay duda que ella se lo merecía. 

—Tú iniciaste a tratarme mal, así que yo no permitiré que lo hagas… y si no te gusta ven y quéjese, con gusto recibiré tu queja y la pondré en el libro del olvido…—Hable con una sonrisa siniestra en mis labios, aquello me hizo recordar demasiado a karel, quien era muy buena para molestar a los demás, sobre todo a los que se metían con ella, o con nosotras, ella era muestra fiel protectora, ay chicas como las extraño.

—Esto no quedará así, yo me vengaré y…

—¿Y qué hará Marquesa? Mi prometida acaba de decir que usted inició, no debería después de todo disculparse con ella, si ha llegado a molestarla hasta el punto de atacarla… Estoy seguro de que ella no haría nada sin ser ya un límite en sus palabras y su trato hacia ella…—todo el lugar se había quedado en silencio, mientras yo gire mi cabeza como la chica del exorcista y observe al chico a mi lado, ese chico, de hecho no tenía nada que ver con un chico de hecho parecía, un hombre, uno frío y terrorífico que incluso te haría orinar del miedo si llegaba atravesarse en tú camino con ese gesto como ahora mismo.

—Su majestad el Duque, solo estoy indicado que la Condesa ella…

—Mucho cuidado con lo que dirá Marquesa, ella no es la Condesa, ella es la futura Duquesa, y no permitiré que le falte el respeto a mi prometida…—Pero ¿qué está pasando aquí? No debes regañarla a ella, hazlo conmigo, yo fui quien hizo todo este desastre, solo hazlo, ¿Por qué actúas con los demás como un prometido? Ya lo había dicho ayer, pero hoy lo confirma, este chico es muy extraño, pero no me voy a rendir. 

—Pero su majestad el Duque…

—Silencio, hablaré seriamente con tus padres y esta humillación la cobraré de manera muy preciada hacia tu familia…—¿En qué parte de la historia cuentan que el Duque protege a Elizabeth? En ninguna de hecho dicen que este era terriblemente indiferente con ella, hasta leí que muchas damas la humillaron, mientras otros apoyaban a la amante del Duque indicando que Eelizabeth jamás mereció al Duque, mientras este cretino solo se quedaba en silencio y dejaba que todo pasara, pero ahora está aquí hablando como si fuese un prometido devoto y enamorado.

—Su majestad el Duque, por favor escúcheme, la Condesa… Perdón, la futura Duquesa, ella solo me ataco por unas pocas palabras, ella me ataco y yo…

—Silencio…

—Ella tiene razón, la molesté por qué quise, no veo el problema…—Entonces ahora él me observaba como si no entendiera lo que dijera fue él, estaba completamente sorprendido por mis palabras, tanto así que levanto una ceja llena de duda y yo inicie con mi plan de respaldo para fastidiarlo—Ella me molesta, porque creo que es tu amante….

Allí llego la gran bomba, todo el salón se había llenado de susurros, palabras que iban desde el intento de simular el escándalo, hasta el punto en el que hablaba tan alto que incluso llegaba a mis oídos, por lo que solo lo observe con un gesto lleno de vergüenza y baje mi cabeza para poder soportar mis terribles ganas de reír, mientras yo solo me lamentaba por aquella chica, aunque algo me decía que ella estaría encantada, pero al fin y al cabo sabía que una de esas mujeres se acercaría a mí con la intensión de formar algún embrollo, alguna chica enamorada del Duque, pues el libro bien decía que había un sin fin de mujeres enamoradas del gran duque y que la envía hacia la Duquesa era tanta que tenía un sin fin de enemigas y por consiguiente después todas se proyectaban contra la protagonista de la novela.

 Por lo que solo esperaba que una de ellas se acercara para formar este escándalo, de hecho había planeado incluso voltear una mesa, pero ya que no puedo hacerlo de esa manera, ahora lo haré de una manera un poco más dramática. 

—No puedo creer que tu amante venga aquí y me diga cosas como esas, mientras yo solo tengo que soportarlo, esto no puede seguir, no estoy dispuesta a seguirlo…—Y como muestra un botón solo corrí lejos del gran salón, mientras reía de manera silenciosa y mis hombros se movían del gran temblor en mi cuerpo, y llegue al gran jardín y del lugar, al fin pude reír como tanto lo deseaba. En la comida fue silencio y solo un raro sonido externo logro sacarme de mis pensamientos, en el que de verdad me sentí ahora mismo en verdaderos problemas, pues yo de verdad soy una cobarde

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