Mundo ficciónIniciar sesiónLe tomó casi una hora recomponerse. El sol ya había salido. Se secó las lágrimas con rabia. La culpa era un veneno, pero ahora tenía un antídoto: la venganza.
Volvió a mirar la caja de madera. Aún quedaba algo en el fondo, debajo del álbum de Emilio. Sus dedos temblorosos rozaron un objeto pequeño y frío. Una memoria USB. Un modelo antiguo, de hacía al menos una década.
La sacó. No tenía etiqueta.
El corazón le latió con fuerza. La conectó a su laptop. La unidad estaba encriptada, pero Lombardi le había dado a Luca la carpeta y la caja. ¿







