Capitulo850
No quería seguir discutiendo ese tema con Elara hasta el amanecer, así que volví a insinuarle de nuevo que se fuera:

—No te preocupes, mejor vete. Ya quiero dormir y si sigues hablando en ese tono, vas a terminar despertando a Patricia.

—¡No me voy a ir! —respondió con un tono tenso:— Estoy molesta, ansiosa… Necesito que alguien me escuche, así que quédate conmigo un rato más, ¿sí por favor?

—¿Amiga, no tienes que trabajar mañana o qué? —solté sin pensarlo demasiado.

Apenas terminé de decirlo, Elara me agarró la oreja con fuerza.

—¿¡Cómo que amiga!?

Pensé: Pues no dije nada incorrecto… al fin y al cabo, sí que eres un poco mayor que yo.

Pero con la oreja atrapada entre sus dedos, no me atrevía a contestarle nada que la hiciera enojar más.

—Hermana… hermanita, suelta la mano primero, ¿sí, me duele?

—¿¡Quién es tu hermanita!? ¿Acaso me estás coqueteando o qué?

Todo es mi culpa, pensé por unos segundos.

—Queridísima señora Elara, tenga piedad, ¿sí? Le ruego que me suelte la oreja… ¡ya cas
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App