—Pero los hombres infieles también se dividen en categorías. Hay los que están casados y engañan a sus esposas, los que no están casados, pero buscan mujeres fuera, y algunos, aunque engañan a sus esposas, pero en casa son en verdad muy buenos con ellas.
—Y tú, Óscar, eres del cuarto tipo de hombre.
Pensé para mis adentros: ¿infiel es infiel? ¿Cómo que hay tipos? Y, ¿qué tipo es el cuarto? Me sentí curioso y pregunté.
Luna me miró sonriendo y dijo: —El cuarto tipo de hombre es aquel cuya mujer lo anima a buscar otras mujeres.
—¿De verdad hay mujeres así? ¿Por qué? — respondí, confundido.
Luna, con una expresión muy seria, comenzó a explicarme: —Es sencillo. Tú todavía eres un muy joven que no ha experimentado muchas cosas, y yo ya soy una mujer que ha sido zarandeada por la vida.
—Si te pidiera que no tocaras a ninguna otra mujer y solo me amaras a mí, eso sería muy injusto para ti. Y además, temo que si intento controlarte de esa forma, podría salir mal.
—En lugar de eso, prefiero que