Capitulo830
Manuel era ese tipo de persona:rencoroso, envidioso, de corazón mezquino…pero cuando las cosas se ponían feas, se acobardaba más que nadie.Al oír que Kallen pretendía echarle toda la culpa a él, se puso más nervioso que Rubio:—¡No! ¡Por favor, no! ¡No quiero! ¡Señor Kallen, fue usted quien dio la orden de atacar su auto! ¡No puede cargarme a mí con eso!

En ese momento crítico, Manuel demostró no tener ni una pizca de valor.

Y de paso, pisoteó lo poco que quedaba del orgullo de Kallen.

La dignidad de Kallen estaba ya por los suelos.

Y ahora, Manuel la estaba frotando contra el cemento con fuerza.

Kallen no lo soportó.

Le soltó una bofetada brutal mientras le gritaba con rabia:—¡Te dije que pidieras perdón, maldita sea! ¡No digas más estupideces! ¿Tú crees que yo quería meterme con hermano Óscar ? ¡Todo fue por ayudarte, imbécil!

Yo, que seguía golpeando la furgoneta con furia, me detuve al escuchar eso.

—¿Óscar hermano?

Me quedé perplejo por un segundo.

¿Desde cuándo soy su hermano?

—¡N
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