OLIVIA
Cuando oí aquel grito, sentí un escalofrío. Mi corazón me alertó que mi hijo estaba en peligro y corrí a su lado sin pensarlo. Al llegar, vi a la hermana de Nick arrodillada junto a él, dándole respiración boca a boca. La hice a un lado para examinar a mi pequeño; respiraba con mucha dificultad, como si algo no dejara que el aire pasara bien.
Le ordené a Nick que pidiera ambulancia, pero entonces, comenzaron a discutir frente a nosotros. En ese momento no me importaba quién tenía la culpa; lo único que quería era que mi hijo estuviese bien. Lo demás podía esperar hasta que los médicos lo vieran y yo supiera que estaba a salvo.
Su hermana pudo haberle hecho algo, o quizás solo se enfermó de repente. Los niños se enfermaban de vez en cuando y no era justo culpar a nadie sin estar seguros de lo que pasó.
"Olivia, ella estuvo sola con Samuel. Él estaba bien cuando ella no estaba aquí, pero de repente, ¿se pone así y le cuesta respirar?" Espetó Nick con furia contenida.
"Nick, te lo