CELIA :
– Me decepciona que no conozca a tu propia hija... Papá.
Hablo fingiendo tristeza.
¿– Pero cómo? ¿No estás muerta?
Habla mi padre con evidente nerviosismo.
– Cecilia hija... Estás viva...
Escucho el grito fingido de mi madre... La verdad no sé de dónde salió.
Miro a la mujer que me dió la vida, creo que es lo único que debo de agradecerle.
Ella empieza a llorar mientras abraza a mi padre diciendo que si en verdad estoy ahí... Segundos después se desmaya.
Mi hermana y Víctor corren a socorrerla e inmediatamente se la llevan dejando a todas las personas con ganas de ver más chismes.
Máximo toma mi mano y entrelaza nuestros dedos.
– Mañana estaremos en primera plana es genial ¿No?
Escucho una pequeña risita de Máximo.
– Es perfecto.
Digo con una sonrisa retorcida.
– Encargate de que el chisme sea más largo y más entretenido.
Hablo susurrando.
– De eso me encargo no te preocupes.
Asiento y observo como mi padre toma el micrófono para hablar.
– Debido a este incidente, mi