Son casi las siete y no he terminado de cambiarme por estar pensando en sus dulces labios... Es la primera vez que me siento de esa manera...
– Mami ¿Estás lista?
Me grita Angel detrás de mi puerta.
– ya casi.
Digo para colocarme las sandalias.
Me miro al espejo para ver que tengo todo en orden, me hunto perfume, tomo mi bolso y salgo.
Hoy estoy muy casual, vaqueros ajustados, top, sandalias y listo.
Al bajar las escaleras observo a Máximo vestido de manera casual, lleva unos vaqueros negros, un polo... Dejando ver esos fuertes brazos que ocultaban la camisa y su cebello suelto... Simplemente perfecto.
Observo a mi niño junto a él que lleva un cubre bocas y una gorra.
Frunzo el ceño.
¿– Por qué te estás cubriendo Angel?
Pregunto terminando de bajar las escaleras.
– Aún no puedo dejar que vean mi rostro todo a su tiempo ma.
Dice para bajarse el cubre bocas y mirarme con una sonrisa.
¿– Verdad que me veo lindo?
Me pregunta acercándose a mí.
– Todo lo que te pones te queda lindo.
Digo pa