Cualquier buen guion lo buscaban a él para actuar, había ganado el premio de Actor Ríos dos veces, y la televisión nacional lo mencionaba con elogios. Con poco más de treinta años, había alcanzado tales logros que causaba envidia a muchos. Su debut fue en la cima, y su esposa era una "princesa" de una familia adinerada.
Un hombre tan recto, si llegara a protagonizar un escándalo, probablemente vería su carrera destruida. No solo eso, la familia de su suegro también lo haría pagar un precio muy alto.
—Entrega el video.
—Primero suelta a la persona.
—¿Estás negociando conmigo? ¿Tienes con qué hacerlo? Ustedes no son más que periodistas de la base, acabar con ustedes es tan fácil como aplastar a una hormiga.
El agente asumió que Amanda y Carla eran ambas periodistas.
—Si no hablas ahora, tendrás que hacerlo más tarde.
El agente hizo una seña con la mirada, y el guardaespaldas avanzó de inmediato para actuar.
—Atrévanse a tocarme y verán lo que pasa. Si me tocan, esos videos se difundirán