Capítulo 35.
Cuando me doy cuenta de lo que le confesé a Julian, ya es demasiado tarde.
Julian detiene sus movimientos en seco, y me mira fijamente a los ojos.
—¿Tu eres que? —pregunta Julian con un tono de voz más serio.
—No… No es nada —respondo rápidamente, tratando de quitarle importancia—, solo imagina que no dije nada…
—No, tenemos que hablar de eso.
Julian quien obviamente no va a dejar pasar algo como esto, se separa de mí con una expresión seria de muerte en su rostro, mirándome a los ojos, y haciéndome sentir nerviosa.
—¿Es verdad? —pregunta él, haciéndome sentir dudosa— Lo que dijiste, ¿Es cierto?
—Si…
Es difícil admitirlo, a pesar de que algunas personas pensarían que tener mi “don” sería una bendición, pero leer la mente de las personas para mi fue un motivo de dolor y temor, me sentía como un bicho raro en mi manada, otra nueva razón para ser rechazada por aquellas personas que se supone que debian amarme.
Leer la mente de los demás nunca fue una bendición para mi, solo era otro moti