Adam esperaba pacientemente a que Isabella terminara de prepararse para su anhelada salida entre padre e hija, después de dar vuelta unos cuantos minutos, la niña se presentó frente a él, estaba bellísima, antes de partir, Mariana la había dejado lista para la gran ocasión que tendrían.
– ¿Adonde me vas a llevar Papi? – Preguntó la niña con gran curiosidad.
– Es una sorpresa, pero lo único que te puedo adelantar es que te vas a divertir muchísimo, y de paso yo también porque me hace falta, papá trabaja mucho cariño y también necesita un poco de distracción, así que venga conmigo señorita – le dijo mientras tomaba su mano.
En la cara de Isabella se reflejaba una profunda felicidad, recuperar su relación con su padre, estaba resultando mucho mejor de lo que hubiese pensado, y en gran parte eso se lo debían a Mariana, que se había esforzado mucho por conseguir el acercamiento entre los dos.
Mientras tanto, en la casa de la tía Jennifer, las chicas se preparaban para disfrutar del gran de