Capítulo 51 – más de lo que puedo soportar.
Emma salió de la mansión de Dante en cuanto pudo, no sin antes dejarle especificaciones a la servidumbre sobre el almuerzo del hombre y el cuidado de Perséfone, que cada día se ponía más gorda debido a su barriga de embarazada. Aquella mañana, la chica aprovechó que su esposo no estaba por ahí y entonces sacó a escondidas las llaves del auto que Dante solía usar a menudo, se metió en el asiento del piloto y aunque no era una conductora diestra, logró llegar a la agencia sin tener que sobrevivir a ningún accidente de tránsito, el auto estaba intacto y aquello era un alivio, porque ella sabía que Dante amaba a ese auto.
–¿Qué haces aquí? No recuerdo haberte llamado – dijo Susan con el ceño fruncido.
–También me alegra verte – soltó Emma con sarcasmo.
–No me refiero a eso, ¡Claro que me alegra verte! Pero es que tengo mucho trabajo represado, verte solo me hace pensar en imágenes, tomas y todo lo que debo entregar antes de que se termine esta semana – la mujer se sentó descuidadamente