Capítulo 37 – el hermano de mi jefe.
La mañana siguiente no fue menos incómoda para la chica, quien se levantó muy temprano y entró en la ducha a escondidas, lo que menos quería era tener que encontrarse con Mathew estando desnuda o usando únicamente una toalla que ni siquiera era lo suficientemente grande.
–Buenos días, ¡No pensé que fueras tan madrugadora! – dijo Susan, saliendo de su habitación y encontrándose en la cocina con Emma – las modelos no suelen serlo. ¡Ugh! Las odio a todas – Susan rodó los ojos y Emma se burló de ella.
–¿No te parece una ironía de la vida que siendo la gerente encargada de una firma de modelos estes en contra de ellas? – cuestionó.
–Yo no estoy en contra de ellas, Emma, estoy en contra de sus costumbres horribles y malcriadas – Susan agarró una manzana del frutero y ofreció a Emma, quien la rechazó con cordialidad.
–Prefiero el café en la mañana.
Susan se quedó con la boca abierta, hasta el momento no había conocido a ninguna otra amiga que disfrutara el café tanto como ella.
–¡Dios te ben