Capítulo 141 – volviendo al ruedo.
Emma frunció el ceño, cruzó sus brazos sobre su pecho y lo miró fijamente con desconfianza. Aunque no dudaba de la enfermedad de Perséfone, no podía dejar de pensar en que quizá, Dante estaba tramando algo mucho más que simplemente llevarla a su casa con motivos aparentemente inocentes.
–A mí no me importaba ir en dos autos diferentes – siseó.
–¡Es una ridiculez, mujer! Piensa en el medio ambiente, el calentamiento global, no podemos gastar combustible solo por niñerías.
Ella levantó una ceja con indignación – ¿Niñerías?
–Si, que no quieras ir conmigo en el mismo auto es una niñería, aún más cuando nos dirigimos al mismo sitio – Dante solo estaba provocándola, él más que nadie sabía lo fácil que caía ella en sus provocaciones.
–¡No me trates de niñata! – refunfuñó, metiéndose dentro del auto a regañadientes.
La única razón por la accedió a irse con él fue para callarle la boca y dejar de escuchar su catedra sobre medio ambiente o la madurez.
–¡Eres increíble! – dijo la mujer, estando