Capítulo 30: Dulce de leche ...Dan y Mónica.
Dan continúa con su juego seductor, llevando a Mónica a su cama con cuidado mientras ella se deja llevar por la excitación y la incertidumbre.
—¿Qué vas a hacerme? —pregunta Mónica con nerviosismo.
Dan, con una sonrisa pícara en los labios, acaricia suavemente el rostro de Mónica y le susurra al oído:
—Te voy a hacer sentir cosas que nunca antes has experimentado.
Mónica se estremece ante sus palabras, sintiendo una mezcla de emoción y deseo recorrer todo su cuerpo. Cierra los ojos, entregándose completamente a la experiencia que está por venir.
Dan, con manos expertas, comienza a explorar cada centímetro de la piel de Mónica, despertando sensaciones nuevas y excitantes en ella. Sus caricias son suaves pero firmes, despertando un fuego ardiente en el interior de Mónica.
Con cada beso y cada roce, Mónica se siente más y más atrapada en el hechizo de Dan. Sus inhibiciones se desvanecen mientras se sumerge en el placer del momento, dejando que sus deseos más profundos tomen el control.