Capítulo 38 : La nueva actitud de su esposa le fascinaba.

La música y las animadoras hicieron que el partido fuera más ameno, Maximiliano disfrutó como hacía tiempo no sucedía de las actividades de su hijo. Tomó en brazos a Leila cuando la niña comenzó a sentirse un poco somnolienta e incluso agradeció cuando Tiffany le trajo una gaseosa para beber.

Aquella, su esposa le intrigó aún más cuando al acabar el partido corrió con prisas entre las gradas para llegar hasta Liam. Lo besó en la mejilla sin siquiera importarle el sudor y Maximiliano solo pudo observar en silencio como le animaba.

Tiffany odiaba a las personas sudorosas. Tiffany odiaba la mayoría de las cosas que sucedían fuera de su control, así que Maximiliano no podía creer lo que estaba viendo. Se acercó a su hijo cuando salió de sus pensamientos, acarició la cabeza de su hijo mientras su esposa se encargaba de cargar a Leila.

— Viste papá, metí dos goles hoy — Liam habló emocionado —. ¿Estuve bien, mamá?

— Estuviste estupendo mi niño — concordó Hanna antes de subir al auto de Maxi
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo